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Primeros pasos: Elegir calzado para las etapas


Elegir un buen calzado es importante para proteger tus pies

Bueno, bueno, bueno... ya tienes tu maravillosa mochila, esa que va a acompañarte en la que espero sea la primera de muchas aventuras.

Esta entrada pretende ser corta porque este tema lo traté en la primera entrada, aquí te expondré rápidamente los tipos de calzado que he visto en estos casi 13 años y lo que opino acerca de ellos; como siempre, la intención de estas entradas es orientativa, ya que la última palabra la tienes tú, en función de con qué te sientas con mayor comodidad para (en este caso) caminar.


Opciones de calzado hay tantas como tipos puedas ver en una tienda, desde pies de gato (cuyo uso se reduce casi exclusivamente a la escalada) hasta zapatos de tacón. No obstante y aunque no tienen por qué estar reñidos, en el Camino priman la comodidad y lo práctico por encima de la moda, esto es algo que debes tener siempre presente; a continuación te expondré lo que he visto y lo que opino de ello.







  1. Zapatillas de deporte: Siempre es recomendable llevar un par en tu mochila. Además del uso para hacer turismo por la población en la que vayas a pernoctar, son una buena opción si la etapa supone atravesar largos tramos de asfalto, debido a que disponen de una suela más blanda que las botas.

  2. Sandalias: En los últimos años he visto cómo esta opción ha adquirido gran protagonismo entre peregrinos, especialmente los que vienen de fuera. También he podido comprobar en grandes superficies que existen líneas destinadas a su uso en rutas de senderismo. Tienen la ventaja de que el pie va perfectamente ventilado en todo momento porque son abiertas, pero por otro lado, la falta de protección ante lluvias y la de sujeción en terrenos complicados hacen que descarte esta opción para hacer Camino. No obstante, no son mala opción para hacer turismo post-Camino, ya que el pie necesitará airearse y una zapatilla no se lo permite.

  3. Botas: En mi opinión, esta es la mejor opción porque protegen el pie en todo momento y todos los Caminos tienen tramos de mayor o menor dificultad, es calzado todoterreno. Hay de todo tipo, ya sean para senderismo, trekking, alpinismo, etc, y como con todo, eres tú quien tiene la última palabra, ya que cada uno conoce su cuerpo y las botas deben ser cómodas para ti. Si me permites el consejo, para esto también es muy recomendable ir a tiendas especializadas porque aunque te vayan a cobrar un poco más (o no), es muy importante que salgas con unas botas que se adapten a tu pie, con las que no chancletees (que no parezca que vas con unas chanclas, es decir, que no notes que la suela se despega de tu pie al caminar) y, según quien te las venda y el modelo que elijas, puede que te recomienden un número más, ya que es posible que tus pies se hinchen un poco por el calor y el esfuerzo físico.

  4. Ausencia de calzado: He visto esta elección en un par de ocasiones; si bien es original, no la recomiendo si no eres una persona acostumbrada a caminar descalza fuera de tu casa. Las dos personas que he visto haciendo Camino descalzas eran dos personas acostumbradas, una por una temporada viviendo en un país extranjero en el que parece ser que era lo habitual y la otra por elección propia, promesas a los dioses en los que cada uno crea (no entro en ese tema, las creencias o ausencia de las mismas son cosa de cada uno, igual que los motivos que empujan a hacer Camino). Las piedras del Camino harán mella en tus pies y una mala pisada sin protección alguna puede derivar en problemas importantes.


Como puedes observar, la elección de calzado es muy amplia y afortunadamente, cada vez hay más donde elegir, modelos para todos los presupuestos; las botas más caras no van a ser siempre las mejores, ni las más baratas van a ser siempre las peores, todo depende de lo que tu cuerpo y tu presupuesto decidan.


Muchas gracias por tu tiempo

¡Un saludo y Buen Camino!

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