Si has llegado hasta aquí y has seguido mis consejos para prepararte, permíteme darte las gracias por la confianza depositada en esta pequeña aventura bloguera que he decidido llevar a cabo.
Dicho esto, hablemos de la planificación de TU Camino. No voy a decirte aquí qué Camino es mejor o peor para empezar tu aventura porque tus circunstancias pueden no ser las mismas que las de otra persona que lea esto; si tienes cualquier tipo de duda, te animo a contactar conmigo por email y estaré encantado de orientarte en base a mis experiencias.
A la hora de elegir un Camino hay una serie de factores a tener en cuenta. También hay que dar pie a las aventuras, un espacio para lo espontáneo, pero nunca está de más tener algo planificado porque hay que saber reaccionar si algo no sale como esperabas (por ejemplo, no contar con que puede haber mucha afluencia peregrina y haber ido sin tener en cuenta la posibilidad de reservar en algún albergue, o tener pensado hacer una etapa de 25Km y que tu cuerpo muestre signos negativos antes de llegar a los 15).
Intentaré ser lo más organizado y breve posible, para que los conceptos que quiero mostrarte sean fáciles de entender:
Tiempo. Tu tiempo es esencial, ya que tu Camino va a depender de ello. Como decía en esta entrada, encarar los 100 últimos kilómetros de cualquier Camino ya supone unos 7-8 días, entre los 2 de viajes y 5-6 de etapas.
¿Cómo diseño las etapas? Todo depende de tu condición física, pero una etapa media ronda los 20km; si no hay excesivo desnivel, puedes hacerlos sin despeinarte e incluso te sabrán a poco. Lo más importante es disfrutar del entorno, sin importar si tardas 3 horas o 7. Algo a tener en cuenta es diseñar las etapas en función de los albergues; mucha gente acude a páginas web con muchísima información y luego se dan cuenta de que hay ocasiones en las que las etapas terminan en una población en la que no hay alojamiento. Es por eso que voy a esforzarme en publicar las etapas como yo las hago, para que puedas hacer tus Caminos teniendo muy claro este punto. Otro punto que quizás puede ser importante (sobretodo si haces un Camino poco transitado) es el tema de la alimentación; hay pueblos que no tienen tiendas ni bares y alimentarte es fundamental, así que prevenir estas situaciones llevando alguna lata de conservas y un poco de pan desde un pueblo anterior pueden salvarte de un apuro.
Albergues. Este tema podría tener entrada propia porque hay mucho que decir al respecto. Los hay municipales (albergue de peregrinos, sin credencial no entras; según zonas, son bastante económicos) y privados (algo más caros, una media de 10€ la noche; algunos permiten incluso la reserva, un recurso muy útil en casos de Caminos muy masificados). Aunque tienden a desaparecer por culpa de gente que se aprovecha de ello, existen también albergues de donativo; esto no quiere decir que vayas a dormir gratis, recuerda siempre que te dan una cama, la posibilidad de una ducha e incluso de lavar tu ropa, los hay que llegan a darte hasta 1 o 2 comidas (incluso pernocté en uno en el que me dieron comida, cena y desayuno). Tanto esto como el mantenimiento del albergue supone unos gastos, te ruego que intentes colaborar para que ese sentimiento de solidaridad no se muera. En el caso de los de donativo con alguna comida, piensa siempre que estás comiendo gracias a los peregrinos que durmieron la noche anterior allí (de paso, piensa que sigue abierto gracias a esos mismos peregrinos) y que los que vengan detrás comerán gracias a tu aportación. Por favor, que uno de tus valores en el Camino sea siempre la solidaridad.
¿A qué hora empiezo mi etapa? Esto es un poco a criterio de cada uno, a mí me gusta salir pronto porque ver cómo amanece es un espectáculo que me sube mucho la moral y añade magia a mis Caminos. Lo habitual en albergues es que a las 8.00h ya tengas que estar marchándote, yo suelo estar ya en Camino sobre las 6.30 o 7.00 para poder presenciar el espectáculo mencionado y porque mis etapas suelen ser algo más largas de la media. El tema de las paradas no lo voy a tratar porque va en función de cómo te encuentres, del ritmo que lleves...
Presupuesto. Hay Camino para todos los bolsillos, no te preocupes por este punto. Dejando a un lado los gastos derivados de la compra de material (mochila, calzado y demás equipaje, así como los billetes de ida y vuelta), calcula unos 10€ de albergue, más comidas. Con una media de 25€ diarios y cocinando en los albergues, aún te sobraría para darte algún capricho ocasional (el mío es el café, mi pequeña adicción) y tener un mínimo de ahorro para posibles contratiempos; yo he llegado a hacer Camino con 20€ diarios de presupuesto y me ha sobrado dinero, ajustando al máximo los gastos y cocinando, pero esos 5€ de más pueden marcar la diferencia. Si un día de aprietas un poco el cinturón, al día siguiente tendrás un dinerillo extra para compensar; si hoy duermes en albergue con cocina y mañana no vas a tenerla en tu destino (ni sitios para comprar pan y hacerte un bocadillo), esa diferencia de gasto por tener que ir a un bar a comer será fácilmente asumible. Partiendo de esta base, puedes invertir todo lo que quieras, comiendo de restaurante a diario y durmiendo en hoteles de 5 estrellas. El límite lo pones tú.
Como habrás podido observar, la planificación no es tan complicada como puede parecer en un principio. El diseño de las etapas es quizás lo que más tiempo puede llevarte porque ahora estás empezando y puede que veas 20Km como una distancia enorme, así que las etapas propuestas en las guías van a ser más que suficiente para ti; en cuanto te veas capaz de superar estos retos y el cuerpo te pida más, empezarán los retos de distancias y las etapas serán más largas. No tengas prisa porque la meta es el propio Camino, no llegar a Santiago; disfruta del entorno, de la gente y del tiempo para conocerte.
Para cualquier duda, ya sabes cómo contactar conmigo.
Muchas gracias por tu tiempo.
¡Un saludo y Buen Camino!