Para obtener la compostela en esta variante, desde Santiago de Compostela te exigen poner la Iglesia de Santiago de Vigo como punto de partida.
Por suerte para mi, conseguí una oferta en un hotel que está justo enfrente, así que mejor punto de inicio, imposible.
Tras pasar todo un día de viaje y una noche de reponer baterías, inicié mi Camino a las 6 de la mañana; a día de hoy desconozco el tramo oficial de Camino y como ya comenté en otra entrada de esta misma etapa (enlace aquí), hay una vía alternativa que va pegada a la ría.
Por casualidad, esta vez me encontré abierto el último bar que hay antes de la carretera; el dueño, un hombre muy simpático, me selló la credencial y me estuvo comentando que el considerado como banco con las mejores vistas del mundo se encontraba a tan solo unos metros del itinerario; créeme cuando te digo que merece la pena desviarse para admirar el paisaje.
Redondela es una población con toda clase de servicios y que cuenta con un magnífico albergue municipal, pero si la etapa te sabe a poco, puedes llegar hasta Arcade y te quedarías a unos 12km de Pontevedra.
Yo decidí hacer parada en un bar en Redondela y otra en Arcade, para reponer fuerzas y continuar hasta Pontevedra... una etapa muy bonita, pero muy larga.
Pontevedra es aún más grande que Redondela y tiene todos los servicios, además de un casco antiguo con muchas opciones para pasar un par de días descubriéndolo; en la oficina de turismo estarán encantados de atenderte y explicarte la cantidad de posibilidades que ofrece ese reducido espacio de la ciudad, como la posibilidad de subir a la azotea de la basílica de Santa María la Mayor o a la cúpula de la Capilla de la Virgen Peregrina por 1€, si tu cuerpo está en condiciones de enfrentarse a los 99 o a los 68 escalones, respectivamente.
También puedes optar por relajarte en una de sus muchas terrazas, con una cerveza bien fría. En la variedad está el gusto.
Por mis circunstancias, reservé en un hotel y tras darme una buena ducha, salí a recorrer las calles; es muy recomendable estirar las piernas sin mochila, para relajar un poco los músculos.
Con una cena ligera y un rato de meditación para mentalizarme de lo que se me venía encima, decidí que era hora de descansar...
Muchas gracias por tu tiempo
Un saludo y buen Camino