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2. Neydens - Frangy

Resumida en 4 palabras: Preciosa, pero muy dura. La escasez de servicios intermedios y sus desniveles hacen de esta etapa una bastante dura, aunque el esfuerzo merece la pena, en comparación con los paisajes. Empezamos la etapa sobre las 7 de la mañana, con las baterías bien cargadas y con muchas ganas. Saliendo de Neydens hay una panadería y una pequeña tienda, cerradas a nuestro paso; a partir de ahí empiezan una serie de cuestas en las que poner a prueba la resistencia de tus piernas. Prácticamente hasta Col du Mont Sion hay una sucesión de subidas y llanos, terminando con un descenso que curiosamente finaliza en la Villa de Papá Noel. Junto a la villa hay un hotel cuya cafetería también encontramos cerrada, así que seguimos nuestro Camino, con más subidas... De no ser por el paisaje y que el tiempo acompañó, me habría retirado. La señalización es excelente y se marcan todas las variantes, con tiempos; personalmente prefiero las distancias, pero es curioso que los tiempos hayan acertado prácticamente en todo momento, teníamos la hipótesis de que se adecuaban a la dificultad del tramo. Frangy dispone de servicios básicos, con panadería, 2 supermercados, algunos bares y como alojamiento, La Cave de la Ferme, un restaurante con algunas habitaciones; las dueñas son muy simpáticas y tienen bodega propia, muy recomendable la cata, al igual que los quesos de la región... deliciosos. Muchas gracias por tu tiempo. ¡Un saludo y nos vemos en los Caminos!


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